Midiendo el impacto social en base al bienestar: Impacto de INCAMI en la persona migrante

 Cuando comenzamos como equipo @Entramada con el desafío de buscar formas alternativas de medir el impacto social, jamás pensamos que podríamos llegar a aplicar una herramienta tan potente que fuera un puente perfecto entre el impacto y la organización en sí misma”

La búsqueda: comenzamos en Bután, terminamos en Londres…

Trabajando para el Gabinete de la Felicidad de Bután, se me encargó aplicar metodologías de evaluación de impacto en dos programas sociales iconos del gobierno: un programa de reducción de pobreza rural y otro sobre empleabilidad en jóvenes. Estaba en Bután, el país que había decidido crear el Producto Interno Bruto de la Felicidad, ¿cómo evaluarían si un programa funcionaba o no? ¿cómo evaluarían cuando un programa tenía impacto en las personas? ¿se podría medir el impacto en las comunidades como un todo?

La verdad es que no había muchas opciones, las metodologías aplicadas eran las tradicionales, sobre todo porque los financiamientos de los programas provenían de organizaciones internacionales cuyo foco es siempre el cuantitativo: revisar los resultados alcanzados en el corto plazo, evaluar los cambios en el largo plazo en términos de pobreza, empleabilidad o diferencias en los niveles de ingreso. Y eso está bien, también son formas de medir cuando un programa está siendo exitoso socialmente, ¿pero de verdad? ¿solo existiría esa forma de evaluación?

No hacía sentido aplicar las metodologías tradicionales de evaluaciones de impacto, por lo que me dediqué a buscar formas alternativas de ver el impacto social; quería mirar con otros lentes la realidad social de un país que ya miraba con otros lentes el desarrollo, quería complementar miradas.

Si bien terminé aplicando las metodologías de impacto tradicionales, descubrí también otros métodos de reciente aplicación basados en el bienestar subjetivo de las personas, lo que me emocionaba poner en práctica. Basada en las elaboraciones teóricas y aplicaciones prácticas de What Works Centre for Wellbeing en Londres, centro de estudios nacido al alero de las ideas pioneras del economista Richard Layard, propusimos al Instituto Católico de Migrantes medir su impacto social utilizando estos nuevos métodos de evaluación.

Aplicando Evaluación de Impacto en Bután
Aplicando Evaluación de Impacto en Bután

La propuesta era incierta: no teníamos idea cómo funcionaría el instrumento, ni siquiera sabíamos muy bien la metodología que utilizaríamos, ni la potencialidad del uso del instrumento, ni tampoco si obtendríamos si quiera resultados robustos, pero a pesar de lo incierto de las formas, el fondo era convincente: cambiar la forma de medir el impacto de la organización, poniendo al centro del análisis la felicidad de las personas migrantes para las que trabajaba INCAMI, ¿hacía bien INCAMI a sus usuari@s? ¿en qué medida?.

La respuesta: felizmente la comenzamos a responder en Chile.

Después de que la organización aceptó, nos pusimos a trabajar como equipo Entramada en el diseño metodológico del estudio, lo que terminó esbozando lo que denominamos el modelo de acción de Políticas&Felicidad.

 

Modelo de acción de Políticas&Felicidad
Modelo de acción de Políticas&Felicidad

El estudio se desarrolló en 3 etapas: Elaboración de la teoría del Cambio, Desarrollo del estudio y Etapa de devolución de datos. La primera de ellas tenía por objetivo levantar la Teoría del cambio INCAMI e identificar las variables que INCAMI estaría afectando en el bienestar subjetivo de personas migrantes. La segunda etapa tenía como objetivo establecer el impacto de INCAMI sobre el bienestar del migrante según las distintas líneas de trabajo, de donde se establecieron líneas bases que sirvieron como diagnóstico y luego resultados post-intervención. La tercera etapa y final, tenía como objetivo co-construir las conclusiones del estudio entre el equipo INCAMI y el equipo asesor, generando un espacio de reflexión del equipo de trabajo en torno a los resultados.

A partir del diagnóstico que aplicó encuestas a 158 personas migrantes usuarias de INCAMI, se concluyó que 3 de 4 migrantes aproximadamente, se va más “feliz” luego de recibir atención de INCAMI. También se estableció que, en relación a la pregunta de diagnóstico, cuando se le consulta a la persona migrante el nivel de satisfacción que tienen con su vida, dentro de una escala del 1 al 10, donde 1 es nada satisfecho y 10 sumamente satisfecho, l@s usuari@s del INCAMI indicaron que en promedio su nivel de satisfacción con la vida era de 5.8 dentro de la escala. Este valor resulta ser menor respecto a la media de satisfacción de los habitantes en Chile quienes según el reporte de la Felicidad 2019, indicaron que la satisfacción con la vida era de 6.4. (Helliwell, Layard, & Sachs, 2019). Si bien los resultados corresponden a distintos periodos, refuerzan la tesis del reporte de la Felicidad año 2018, que indica que en general la persona migrante, emigra desde un país “menos feliz” a uno “más feliz” (Helliwell, Layard, & Sachs, World Happiness Report, 2018).

La importancia del descubrimiento: el vínculo maravilloso entre impacto social y la organización

Las conclusiones las dividimos en tanto resultados y proceso. Respecto a los resultados, en primer lugar, el instrumento permite caracterizar de mejor manera a l@s usuari@s y por tanto diseñar actividades específicas para aquell@s migrantes que requieren más apoyo, lo que genera ventanas de oportunidad para impactar socialmente. En segundo lugar, otra de las conclusiones es que medir impacto utilizando el concepto del bienestar subjetivo, contribuye a mejorar la calidad y efectividad de los servicios, por lo que la medición sistemática puede dar continuidad en el largo plazo al monitoreo de la calidad, asertividad y pertinencia de los servicios que entrega la institución.

Respecto al proceso, la tercera conclusión es que el modelo permitió establecer diferencias de impacto según las líneas de trabajo y que el equipo INCAMI logró problematizar los resultados en base a su participación activa, abriendo ventanas de oportunidad para mejorar el impacto directo que tienen sobre el bienestar sicológico del migrante y por tanto en su proyecto migratorio. Las acciones propuestas por el equipo en la mayoría de los casos no requerían de inversiones o mayor gasto por parte de la institución, sino de rediseño de procesos o a veces cambio de discursos; cambio de formas de abordar la información que le daban a la persona migrante.

Finalmente, el instrumento da cuenta de la capacidad que tienen las organizaciones sociales de tener un impacto social inmediato que puede ser positivo o negativo según los procesos y las formas que tienen en entregar sus servicios. El hecho, constatable a través de este estudio, de que dependiendo de quién, de qué forma y en qué lugar se entrega una información, tenga un impacto inmediatamente positivo o negativo sobre la persona migrante, en tanto su confianza en el futuro, su alegría u optimismo, releva la importancia de invertir en el diseño de los servicios y en el autocuidado de los equipos, de tal manera de no dejar a la caridad variables que son sensibles al impacto social, en este caso que impacta directamente en el proyecto migratorio de una persona. Esto significa cambiar radicalmente el foco de asignación de recursos públicos en organizaciones sociales, foco que hasta hoy buscan permanentemente dar “sustentabilidad financiera” a los proyectos, cuando el proceso, y, por tanto, el gasto operacional, es tan importante como el mismo resultado. Este tipo de estudios puede levantar índices que sustentan inversiones operacionales en el sector social ya que relevan la importancia del proceso en el impacto social final.

Evaluación de impacto en INCAMI: Equipo Entramada midiendo el bienestar-promoviendo la participación
Evaluación de impacto en INCAMI: Equipo Entramada midiendo el bienestar-promoviendo la participación

 

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